Cuando el hombre de la secta Domadores de Bestias alzó la cabeza, el Sello del Cataclismo se encontraba a varios metros por encima de él. Entonces rugió: "¡No puede ser! ¡¿Cómo es posible que un objeto de Alma tan poderoso esté en manos de un discípulo novicio de la secta Alquimia?" El cielo prácticamente se oscureció por la presencia del gran ladrillo. Aunque el domador era fuerte, no era tonto. Por lo tanto, se dispuso a evadir ese peligroso ataque moviendo a gran velocidad. Pero… ~¡Bang!~ Se oyó un ligero sonido y el ladrillo impactó contra el hombre. Aunque su bestia de Alma fue rápida en reaccionar, el ladrillo lo fue aún más. El golpe hizo que su rostro palideciera y escupiera una amplia bocanada de sangre. Posteriormente, su cuerpo se vio envuelto en algo similar a una serpiente de fuego gigante. ¡Enredadera Ardiente, el Efecto Adicional de +10 del Sello del Cataclismo! La enredadera de fuego envolvió por completo el cuerpo del domador y se precipitó hacia el suelo como si fuera un meteorito. Y todo el pico de treinta metros de radio se derrumbó estrepitosamente. El hombre de la túnica negra continuaba alejándose gran velocidad, pero entonces dejó de percibir la fuerza de Alma de aquel miembro de la secta Domadores de Bestias, quedando confundido y asustado por un instante. "Está muerto… ¡Realmente muerto!" El hombre de la túnica negra se sentía extrañamente inquieto. ¡Un solo joven había eliminado a tres poderosos cultivadores de Alma! Aunque su corazón no quería creerlo, su Sentido del Alma se lo confirmaba. El hombre no redujo la velocidad, sino que se disparó como un rayo, alejándose todo lo posible del lugar. Jiang Fan y Song Lin se apoyaron mutuamente mientras miraban estupefactos el pico de la montaña que se derrumbaba frente a ellos, así como el Sello del Cataclismo que parecía hundido en sus restos. "Uh…" Jiang Fan respiró hondo, su rostro se sonrojó y no pudo evitar vomitar una bocanada de sangre. Song Lin se sobresaltó y volvió a sus cinco sentidos. Aunque también estaba herido, le quedaba mucha resistencia. Sostuvo firmemente a Jiang Fan que apenas podía ponerse en pie. "Jiang Fan, ¿estás bien?", preguntó Song Lin. Jiang Fan apenas agitó una mano y estaba a punto de hablar cuando otra bocanada de sangre brotó de su boca. Tenía una herida muy seria en el pecho, y el brazo izquierdo le colgaba inerte. De repente, un estruendo sacudió la tierra y rocas delante de ellos. Al levantar la mirada, reconocieron un objeto rojo elevándose por los aires, apresurándose en dirección a Bai Yunfei. El Sello del Cataclismo se encogió, emitiendo una débil luz con una chispa de fuego casi apagada: se trataba de la semilla de origen de Fuego, la cual ya estaba muy debilitada. La semilla entró lentamente en el corazón de Bai Yunfei y su rostro se tornó repentinamente de un blanco pálido. Finas gotas de sudor se deslizaban por su frente, y la intensión asesina había desaparecido de su mirada, reflejando solo ansiedad en sus ojos. Miró a Tang Xinyun en sus brazos. La chica tenía sus ojos fuertemente cerrados, sus cejas profundamente fruncidas, los dientes apretados, y una sombra parecía cubrir parcialmente su rostro, dando a entender que estaba pasando por un gran dolor. Bai Yunfei sintió remordiendo en su corazón. También se sorprendió al reconocer una extraña energía envolviendo a Xinyun, la cual le evitaba poder recobrar su Fuerza de Alma. Al sentir que la Fuerza de Alma de Tang Xinyun se debilitaba cada vez más, pareciendo ser devorada poco a poco, la mente de Bai Yunfei casi entró en caos. "¡Fuerza de Alma! ¡Por supuesto!" Con un repentino destello de luz en su cabeza, Bai Yunfei se quitó el Anillo Restaurador de Alma y se lo puso a Xinyun en un dedo. "Hmm…" Tang Xinyun gimió suavemente, pero solo una pizca de alivió se vio reflejada en ella. "No es suficiente... ¡No es suficiente! ¡Maldita sea!" Bai Yunfei maldijo en su corazón. Veía claramente la condición en la que se encontraba Tang Xinyun. Además, entregarle su propia Fuerza de Alma solo empeoraría las cosas. "¡Lo único que puedo hacer es utilizar joyería con atributo de Espíritu!" Bai Yunfei tenía una decisión en mente y estaba a punto de sacar un conjunto de accesorios para ponérselos a Tang Xinyun cuando el fuerte sonido del viento llegó a sus oídos. Levantando ligeramente la cabeza, entendió que los dos haces de luz que prácticamente ya se encontraban frente a él eran Xiao Binzi y Cang Yu. Tan pronto como Cang Yu aterrizó, corrió directamente al lado de Tang Xinyun con angustia y preguntó: "¡Xinyun! ¿Qué tienes?" Pero Tang Xinyun no pudo responder nada. Bai Yunfei se sintió completamente desesperado. "¡Primer anciano, tercera anciana! ¡Por favor, salven a Xinyun! ¡Su Fuerza de Alma se está desvaneciendo!" La expresión de Cang Yu cambió ligeramente. Tras estudiar por un momento el rostro de la chica, le tomó las manos y se dispuso a transferirle parte de su Fuerza de Alma para ayudarla a sanar. "¡Tercera anciana, no…!" Bai Yunfei se alarmó y estuvo a punto de advertirle a Cang Yu, pero está última soltó las manos de Xinyun, percatándose del problema inmediatamente. Cang Yu se volvió hacia Xiao Binzi y dijo con una expresión grave: "La situación de Xin Yun es un poco extraña. No parece ser obra de una energía elemental en particular…" "¿Hmm?" Xiao Binzi levantó las cejas y observó cuidadosamente a Tang Xin Yun. Entonces estiró una mano y la presionó ligeramente por encima de su hombro derecho por un momento. Posteriormente, sus ojos brillaron de un color extraño, comprendiendo algo. "Primer anciano, ¿qué le pasa a Xinyun? ¡Deprisa, sálvenla!" Xiao Binzi parecía estar pensando profundamente y eso causó que Bai Yunfei perdiera la calma. No obstante, el anciano asintió ligeramente hacia él y dijo con voz profunda: "Yunfei, no tienes que preocuparte demasiado, su vida no corre peligro…" Al escuchar esas palabras, Yunfei suspiró de alivio. "¿De verdad? Que alegría me…" Una irresistible sensación de desmayo invadió a Bai Yunfei y todos sus movimientos se congelaron, sus ojos se pusieron en blanco, y entonces cayó inconsciente.