

Perseverancia
Novecientos metros: Dos personas se rindieron.
Mil doscientos metros: Diez personas se rindieron.
Mil setecientos metros: Zhong Xuhao y otras dieciséis personas se rindieron.
Mil ochocientos metros: Liu Mang y otras veinticuatro personas se rindieron.
"¡Dos kilómetros!"
Bai Yunfei apretó los dientes mientras se esforzaba para dar el siguiente paso. Al alcanzar los dos mil metros, obtuvo el derecho de acceder a la secta interna.
"Ah, ah…" Con su mano derecha apoyada en la estantería de piedra cercana, repleta de objetos de Alma de grado Tierra, Bai Yunfei se detuvo, tratando de recuperar el aliento.
"¡Finalmente… estoy aquí! ¡He obtenido el derecho de convertirme en discípulo interno de la secta Alquimia!" Bai Yunfei estaba emocionado. Incluso esa 'insoportable presión' resultó no ser oponente para su perseverancia; todo terminó siendo más fácil de lo que esperaba. Sin importar lo que sucediese a partir de ahora, Bai Yunfei ya se había ganado el derecho de convertirse en un discípulo interno. Esto hizo que la angustia en su corazón desapareciera.
"¿Estás bien, hermano Bai?", preguntó un todavía enérgico Ye Zhiqiu, un poco preocupado. Mo Xiaoxuan y Xi Yan se encontraban en el mismo estado que Bai Yunfei, o incluso peor.
"Estoy bien… Aún puedo seguir caminando un poco más". Bai Yunfei agitó su mano. No sabía si era sólo imaginación suya, pero luego de superar el umbral de los dos kilómetros la presión no era tan sofocante.
Mirando a su alrededor, descubrió una cosa. ¡Sólo veintiocho personas habían alcanzado los dos mil kilómetros!
"Así que, al final de todo… sólo veintiocho personas han conseguido acceder a la secta interna…" Bai Yunfei dejó salir una sonrisa amarga. La tasa de entrada a la secta Alquimia ya era de por sí muy baja. Era un milagro que formara parte de esos veintiocho aspirantes victoriosos. ¡No había razón para menospreciar ese logro!
Al ver a algunas personas que, soportando la presión, todavía se rehusaban a seleccionar un objeto de Alma de grado Tierra Bajo, Bai Yunfei dejó salir un suspiro y tomó una daga azul que tenía frente a él.
'Grado de Objeto: Tierra Bajo'.
'Ataque: 523'.
'Condición de Fortalecimiento: 81 Puntos de Alma'.
Los objetos de Alma grado Tierra Bajo podrían ser considerados como reliquias en algunas sectas pequeñas. Sin embargo, en la secta Alquimia eran simples regalos de bienvenida para los discípulos internos.
Bai Yunfei dejó la daga y se dirigió a la multitud, que también estaba eligiendo sus objetos de Alma. "Sigan adelante. Mientras más avancen, más poderosos serán los objetos de Alma que consigan…"
Aunque tenía claro que no sería capaz de alcanzar los tres kilómetros que faltaban como para convertirse en un discípulo de alguno de los ancianos o del líder de la secta, él decidió continuar avanzando hasta donde pudiese soportar, sólo para obtener un objeto de Alma más poderoso. Ye Zhiqiu asintió con la cabeza. "Bueno. Entonces… sigamos".
Mirando a Ye Zhiqiu, Bai Yunfei no podía evitar sentir un poquito de envidia. "Él… es muy probable se convierta en un discípulo importante, ¿verdad?"
Dos mil seiscientos metros. Cinco personas se rindieron.
Al alcanzar los tres mil cien metros, Mo Xiaoxuan y Xie Yan se detuvieron. Lo único que los motivó a continuar, desde un principio, fue la obsesión por los objetos de Alma de grado Tierra Medio. Luego de alcanzar ese punto, no podían darse el lujo de continuar. Sorpresivamente, Bai Yunfei, que parecía incapaz de soportar la presión y propenso a caer rendido, continuó avanzando. ¡Llegó hasta los tres mil quinientos metros!"
'Grado de Objeto: Tierra Medio'.
'Ataque: 832'.
'Condición de Fortalecimiento: 90 Puntos de Alma'.
Bai Yunfei tomó una lanza dorada y la miró por un momento, vacilante. Ya había superado la marca de los dos mil metros. Las estanterías con objetos de Alma se volvían gradualmente más pequeñas.
Al alzar la mirada, los ojos de Bai Yunfei se iluminaron con alegría al ver un brazalete dorado colocado en la parte superior de la estantería de piedra, a doscientos metros de distancia, emitiendo un resplandor algo extraño debido al reflejo de los cristales lumínicos.
"¡Un brazalete! ¡Lo necesito!", pensó Yunfei. En todo su trayecto, la mayoría de objetos de Alma que había visto eran poco importantes para él. Pero en ese momento, y pese a su lamentable estado, se decidió por alcanzar ese brazalete.
Trescientos metros atrás, Ye Zhiqiu había empezado a tomar una ventaja considerable. En ese momento, había otras seis personas que, al igual que él, luchaban por continuar avanzando. Ye Zhiqiu alcanzó la línea de los cuatro mil metros. Pocos pasos detrás de él, había un joven de unos diez años de edad. Según recordaba Bai Yunfei, se llamaba Tian Yuhang, y era la única persona con un talento de fuego 'extraordinario'. Respirando profundamente, Bai Yunfei usó algo de Fuerza de Alma y un débil flujo de energía elemental de Fuego rodeó su cuerpo, evaporando su sudor. Luego, vertió más Fuerza de Alma en sus piernas para seguir continuando.
Paso a paso, Bai Yunfei se fue acercando.
Le faltaban ciento cincuenta metros…
Ciento veinte metros…
Cien metros… Una distancia fácil de reducir con los Pasos Superpuestos, pero ya era suficiente para Bai Yunfei. Luego de utilizarla durante tan solo unos minutos, su cuerpo se sentía aún más pesado, como si estuviese arrastrando una roca de gran tamaño. Su espalda empezaba a arquearse y su conciencia a tornarse borrosa. No obstante, estaba decidido en alcanzar ese brazalete.
"Puedo hacerlo, puedo hacerlo… ¡Puedo hacerlo!"
El deseo seguía rugiendo en su corazón. Sus encías estaban a punto de sangrar, su tez se veía distorsionada y una emoción se extendía en su corazón.
Como era evidente desde hace un buen rato, Bai Yunfei estaba a punto de llegar a su límite. Aun así, ¡su mente y su alma no darían el brazo a torcer!
¡No estaba dispuesto a fracasar!
Desde que su poder como cultivador de Alma despertó, con la ayuda de Ge Yiyun de la secta Fortuna Celestial, tomó el camino del cultivador de Alma. En tan solo medio año, había pasado de ser una persona común a convertirse en un Espíritu de Alma en la etapa Tardía. Eso, junto a la Técnica de Fortalecimiento de Objetos que le permitía transformar sus objetos de Alma en herramientas sorprendentemente poderosas, había hecho que Bai Yunfei siempre se sintiese orgulloso de sí mismo, a tal punto de considerarse un prodigio.
Desde que supo de la existencia de la secta Alquimia, sintió que era el lugar idóneo para él. Y todo su viaje hasta la llegada de la sede fue por el deseo de volverse más fuerte.
Pero desde que empezó la prueba de Talento de Alquimia no pudo evitar sentirse angustiado al notar que su habilidad particular, la Técnica de Fortalecimiento de Objetos, no le servía de nada allí. Al ver que Ye Zhiqiu, un cultivador del mismo reino que él, y Tian Yuhang, un niño mucho menos poderoso, tenían un talento abrumadoramente mejor que el suyo, un sentimiento de frustración invadió su corazón.
Mientras seguía adentrándose más y más en la cueva, se dio cuenta de que no era capaz de calificar como para convertirse en un verdadero discípulo. Luego de reprimir ese sentimiento, decidió apuntar a otro objetivo: conseguir el mejor objeto de Alma que pudiera alcanzar. Un armamento de grado Tierra Alto estaba fuera de su alcance, por lo que al final optó por aquel brazalete, a doscientos pasos más adelante.
Sin embargo, aunque ya estaba cerca, sus pies ya no respondían correctamente. Su cuerpo se sentía como si fuese una masa viscosa que se pegaba al suelo, impidiéndole avanzar.
"Diez… pasos… más! ¡Sólo quedan… diez pasos…! ¡Si caigo aquí, nunca me lo perdonaré…!
