Luego de regresar a la casa de la familia Ye, Bai Yunfei se dirigió a su habitación, intentando descifrar el próximo movimiento de la familia Zhao, y cómo debería él responder. Ya que había decidido ayudar a la familia Ye en este difícil momento, naturalmente tendría que comprometerse con ello, y tratar de hacer todo a la perfección, porque, de lo contrario, podría poner en jaque a la familia Ye debido a sus acciones. "Si no puedo avanzar de este punto, la familia Ye estará en riesgo. Hemos involucrado a los Liu, pero todavía no tomaron una posición favorable. Aun así, servirá para preocupar a los Zhao. Eso, junto a la demostración de fuerza que les he dado, servirá para disuadirlos y para ganar algo de tiempo. Si con esto podemos aliar a las familias Ye y Liu, y hacer que la secta de Madera, de los Cinco Elementos, se ponga de nuestro lado, el problema, naturalmente, se resolverá. Sin embargo, puede que la familia Zhao no retroceda, y redoble la apuesta esta noche. Después de todo, tienen el apoyo de la secta Domadores de Bestias. Aunque sólo tengan una bestia de Alma, es más que suficiente para abrumar a la familia Ye". "Incluso si la familia Zhao actuase de inmediato, tampoco sería demasiado inconveniente. Si lo peor llegase a pasar, tendré que utilizar la influencia del maestro You para lograr que la familia Liu actúe a nuestro favor. No quiero quedarme en esta ciudad por mucho tiempo, así que lo mejor será que esto se resuelva lo antes posible… Si tengo que luchar, no sé si podré enfrentar a un Ancestro de Alma. Los movimientos más mortíferos que tengo, son el Puño de los Nueve Pilares y la Hoja Flameante, y no están ni cerca de ser suficientes para lidiar con un Superior de Alma, pero bastan y sobran para enfrentar a un Espíritu de Alma. Si puedo luchar contra un Ancestro de Alma, podré poner mi fuerza actual a prueba". Luchar contra un miembro de la secta Domadores de Bestias era, más que nada, enfrentarse a una Bestia de Alma. Una Bestia de Alma sin mente propia, que no le teme a nada. Teóricamente, vencer a un domador de bestias era tan simple como evitar a la Bestia de Alma, y atacarlo directamente. Pero si fuese tan simple, entonces la secta Domadores de Bestias no estaría calificada para ser una de las diez mejores sectas del continente. Un verdadero domador de bestias experto sabe muy bien cómo defenderse, y puede manejar a las Bestias de Alma como si fuesen sus títeres con perfecta sincronización. Así que normalmente se volvía muy difícil derrotarlo sin antes acabar con las Bestias de Alma bajo su control. Bai Yunfei ya ha luchado antes contra la secta Domadores de Bestias. Sin embargo, su mayor desafío contra la misma, ha sido nada más que un Espíritu de Alma en etapa Tardía. Confiando en los atributos adicionales de su equipamiento y en sus imponentes ataques, le sería fácil ganar varias batallas contra enemigos así. Sin embargo, si se enfrentase a un verdadero experto, no sería tan simple. "Bestias de Alma… He visto bastantes Bestias de Alma antes, pero las únicas que realmente podrían llamarse así serían Xiao Tang y Xiao Bai. Las demás, eran simples títeres sin conciencia… La secta Domadores de Bestias es una secta repugnante. El hermano Hong Yin dijo que merecían la muerte y yo no tengo el mismo odio que él. Pero a pesar que maté a aquellos domadores de bestias antes, no siento culpa alguna. Simplemente, no tenía otra opción, pero…" "He cambiado, pero… ¿desde cuándo? ¿Fue cuando escapé de la provincia Roca del Norte? ¿Fue cuando la secta Glaciar quiso capturarme? ¿Fue cuando destruí la Fortaleza Bosque Negro? ¿O acaso fue antes?" Sin razón aparente, se le vinieron a la mente los recuerdos de todo lo que vivió desde que obtuvo la técnica de Fortalecimiento de Objetos y se volvió un cultivador de Alma, hace medio año atrás. En ese momento, inició la parte más complicada de sus diecinueve años de vida. Sin embargo, Bai Yunfei no se arrepintió de nada de lo que había hecho hasta ahora. Comparado con esa vida dura que tenía antes, esta era una mejor vida. "Sin importar si cambié o no, siempre y cuando tenga las mismas convicciones que mi abuelo, una conciencia tranquila, y la libertad que anheló mi madre, viviré con la dignidad que deseo". Ese indicio de inseguridad en el corazón de Bai Yunfei desapareció en el momento en el que tocó el colgante de jade en forma de nube que tenía colgado en el pecho, y nuevamente se sintió seguro. Después de pensarlo un poco más, Bai Yunfei sacó varios anillos interdimensionales que albergaban a las Bestias de Alma, y utilizó el sentido de Alma para escanear cada una de las Bestias de Alma en su interior, sintiendo algo de pena. "Bestias de Alma… ¿Cuándo conseguiré a mi propia Bestia de Alma para que me acompañe? ¡Cuando sea lo suficientemente fuerte, iré al Bosque de las Bestias de Alma!" "¿Uh? Este…" Cuando Bai Yunfei tomó el anillo interdimensional que contenía al ave de Trueno, se quedó atónito. ¡Realmente sentía que la fuerza de Alma fluía dentro del anillo! Una Bestia de Alma títere sólo reacciona cuando su amo la controla, pero su amo había muerto hace ya tiempo, así que ahora…" Prestándole atención, Bai Yunfei descubrió que el ave de Trueno estaba dormida, e irradiaba fuerza de Alma débilmente. Cuando Bai Yunfei usó su Sentido de Alma, el Alma del ave tembló, reaccionando a Bai Yunfei como lo haría con su amo. Bai Yunfei se levantó y salió de la habitación. Al llegar al gran patio, sostuvo el anillo interdimensional y lo sacudió ligeramente. Con un destello purpúreo de por medio, el ave de Trueno apareció justo frente a él. Tenía una cantidad de fuerza de Alma aún mayor que lo que había sentido previamente. Al verlo más de cerca, Bai Yunfei sintió una presión sofocante. ¡El poder del ave de Trueno se equiparaba al de un Ancestro de Alma! "¿Cómo… sucedió esto? Sus… ojos…" Bai Yunfei observó la figura del ave Trueno, y se detuvo en sus ojos. ¡Sus ojos eran de un color purpúreo pálido! Antes seguía viéndose inexpresiva, no había rastro de ira en su ser, sino que simplemente estaba atontada. "¿Qué es lo que pasó? ¿Las Bestias de Alma no eran todas simples marionetas con los ojos rojos?" Bai Yunfei empezó a pensar, y agitó su mano para liberar a otras dos Bestias de Alma. Como esperaba, ambas tenían los ojos color rojo. "Entonces, ¿por qué sucedió esto? ¿Y si…?" Bai Yunfei recordó todo sobre esa Bestia de Alma. Además de ser la Bestia de Alma de mayor rango entre todas las que recogió, había algo más. "¿Autodestrucción? ¿Es porque casi se autodestruyó aquella vez? Cuanto más pensaba en ello, más plausible se volvía. Bai Yunfei sintió que estaba en un aprieto, pero al escanear al ave de Trueno, no notó ninguna anomalía en su fuerza de Alma. Después de limpiar el campo de batalla, e incluso hasta ese momento, no había ocurrido nada fuera de lo común. Luego de mirar detenidamente al ave de Trueno, e incluso tocarla con su mano, notó que no había mucha diferencia entre ella y las otras Bestias de Alma títeres, excepto por el hecho de que esta emitía fuerza de Alma inconscientemente. Bai Yunfei, que al principio estaba expectante por el nuevo descubrimiento, se sintió bastante decepcionado. Sin embargo, justo cuando Bai Yunfei consideró a su investigación como infructuosa, e intentó devolver al ave de Trueno al interior del anillo interdimensional, se sorprendió. ¡No podía volver a guardarla! Claro, la Bestia de Alma salió del interior del anillo, pero ahora no puede regresar. Esto dejó a Bai Yunfei sorprendido. Luego de intentar varias veces, se rindió, y se quedó mirando a esa ave de Trueno, incapaz de comprender. "No entiendo… ¿Qué sucede?" Luego de pensarlo un rato, Bai Yunfei apoyó sus manos en el pecho del ave de Trueno, y utilizó su Sentido de Alma para escanearla, y averiguar qué le sucedía. Un par de minutos más tarde, con el ave y la persona aún enfrentados, aquel silencioso escenario fue invadido por dos estallidos. Un destello de luz color rojo, y otra purpúreo, envolvieron al ave de Trueno y a Bai Yunfei, como si hubiera un signo de afinidad y unión. La puerta de una habitación del lado izquierdo del patio se abrió. Jing Mingfeng salió corriendo rápidamente, con una expresión de sorpresa. "Eso es… ¡Un contrato de Alma!"