Especialista en Fortalecimiento de Objetos

¿Por qué hay tanta gente en este baño?
Más tarde, durante ese mismo día, Bai Yunfei no fue junto a Tianming y Mingfeng al súper divertido ‘Jardín de Bestias Exóticas’ del que tanto empezó a hablar el chico, sino que anduvo por su cuenta a través de las calles de Gaoyi comprando diversas cosas. Bai Yunfei se sintió un poco decepcionado. Gaoyi no era la gran ciudad que imaginaba. Buscó artículos de buena calidad en varias tiendas y no encontró nada demasiado interesante. Las tiendas de armas exhibían objetos de grado Alto, y los objetos de Alma incompletos eran prácticamente inexistentes. En el único sitio donde consiguió un objeto de Alma incompleto no estaba en venta por ser el mayor tesoro del dueño de la tienda, los artículos oscilaban precios absurdos que lo dejaron sin palabras. Luego de un rato de haber transitado las avenidas más concurridas, Yunfei alzó la vista al cielo y comprobó que estaba anocheciendo. Suspiró y se preparó para partir de vuelta a la residencia de la familia Ye. "Hmmm… Esta calle me parece familiar. Creo que el camino de regreso es ese… ¿O era este…? O tal vez aquel…" Al cabo de una media hora andando prácticamente en círculos, Bai Yunfei no pudo apartar el sentimiento de estar acercándose a su destino pero de pronto estarse alejando… "Eh… Creo que estoy perdido. Siempre me pasa esto… Rayos, debí prestar menos atención a las tiendas y más al camino… Que vergonzoso es esto". Yunfei se sintió un poco apenado al tener que detener a una persona que andaba cerca para pedirle indicaciones de cómo llegar con la familia Ye. Después de todo, la familia Ye era una de las más importantes de Gaoyi; seguramente muchas personas comunes sabían en que parte de la ciudad se ubicaba. "¿Quieres ir a la residencia de la familia Ye?", preguntó el anciano al cual Yunfei detuvo. Este sonrió y sacudió la cabeza suavemente. "La familia Ye se encuentra en la zona Este de la ciudad, ¿por qué paseas por la zona Norte?", preguntó de nuevo el anciano, burlándose de Bai Yunfei. Transcurrieron algunos minutos en los que un desorientado Bai Yunfei avanzó por varias calles, con la frente perlada de sudor, hasta finalmente dar con una sección diferente de la ciudad. Al doblar la esquina se podía ver un elegante restaurante de dos pisos y, de un segundo para otro, un montón de gente salió por sus puertas, huyendo como si hubiesen visto a un demonio. Sin embargo, una vez salieron del restaurante, lo que hicieron fue rodear el edificio y mantenerse a la expectativa. Los rostros de temor que albergaban las personas cambiaron a uno de interés y excitación. En menos de un minuto se formó una multitud a las afueras del restaurante, junto al murmullo de sus voces. "Oigan, ¿qué piensan que hará el Príncipe de la Bebida esta vez?" "¿Quién puede adivinar lo que piensa un loco borracho?" "La última vez persiguió sin parar a una mujer que encontró en la calle. Sus sirvientes trataron de detenerlo, pero se vieron obligados a caerle todos encima para dejarlo inconsciente. Esa mujer seguramente quedó con un trauma desde entonces…" "Je, je, recuerdo que una vez subió al techo del restaurante y cantó durante una hora seguida. Al menos cantaba mejor que mi vecino; la canción no era tan mala y tenía una letra pegajosa". "Yo recuerdo la vez que arrojó dinero desde una ventana del segundo piso. La gente empezó a competir por ver quien tomaba más monedas y la calle se convirtió en todo un campo de batalla. Ah… quiero que suceda de nuevo…" "¿Y qué tal esa vez que alquiló a todas las chicas de la Casa del Placer Primaveral para que bailaran con poca ropa en la calle? Fue un buen espectáculo. Luego de eso los clientes de la Casa se duplicaron". "No se olviden de la vez en que un ladrón intentó robarlo dentro del mismísimo restaurante. ¡El tipo acabó lisiado de por vida y muchas personas también resultaron lastimadas!" "¿Se acuerdan de aquella vez que tiró sobras a…" "Y esa vez que corrió desnudo por las calles diciendo…" Por alguna razón, la boca de Bai Yunfei dibujó una sonrisa al escuchar los comentarios de la multitud. Evidentemente esperaban a que un hombre borracho dentro del restaurante saliera con una nueva locura, y ese hombre se trataba de uno de los Cuatro Príncipes de Gaoyi. "No puedo creer que veré a uno de los Cuatro Príncipes a tan poco tiempo de enterarme de ellos. Por lo que la gente dice, este sujeto es un caso perdido en lo que respecta a beber, un completo ebrio …" Bai Yunfei se sintió tentado a esperar la aparición del hombre borracho. Levantó la mirada hacia el segundo piso del edificio, aguardando la sorpresa al igual que todos. Y de pronto… ~¡PaM!~ Una jarra de vino salió dispara desde el segundo piso y cayó en un espacio apartado de la gente. "¡Déjenme en paz! ¡No estoy borracho! ¡Solo quiero ir al baño! ¿Por qué me siguen? ¡No me gusta que me vigilen!" La voz de una persona se oyó en el interior del restaurante y finalmente apareció aquel al que tanto ansiaba ver el público. El Príncipe de la Bebida era un joven vistiendo un magnifico atuendo, con el cabello alborotado y caminando en dirección a la barandilla del segundo piso con paso tambaleante. Una vez allí, comenzó a aflojarse los pantalones… ¡Iba a bajarse los pantalones para orinar frente a toda esa gente! El Príncipe de la Bebida quería vaciar la vejiga pero… al encontrarse en tal estado de ebriedad no sabía cuál era el camino al baño y terminó dirigiéndose al balcón. "No hay manera que… sea capaz de hacerlo… ¿cierto?" El corazón de Bai Yunfei latía tan acelerado como el de los espectadores. Si Liu Shun se bajaba los pantalones en ese momento, el apellido de su familia quedaría deshonrado de por vida. Sus sirvientes corrieron detrás de él haciendo todo lo posible por detenerlo. "Joven maestro, espere…" "¡Ah, basta! ¡Solo voy a orinar! ¡¿Por qué se preocupan tanto?! ¿Quieren ver mi formidable tercer brazo mientras me alivio? ¡Largo!" Liu Shun estaba tan furioso que echó a patadas a sus sirvientes. Se giró de regreso y continuó con su ferviente labor de desatar el cordón de su pantalón cuando se fijó en la multitud. "¡Mierda! ¿Por qué hay tanta gente en este baño?" De repente la cara de Liu Shun se puso roja y dio una fuerte patada a la barandilla. "¡¿Ustedes que creen que hacen?! ¿Piensan quitarme el privilegio usar el baño primero? ¡Arresten a esos hombres y córtenles las pelotas!" Al escuchar esas palabras, los hombres de la multitud inmediatamente se dieron la vuelta y comenzaron a correr, pues no querían ser castrados. Las mujeres no tenían nada que perder, pero igual se marcharon a toda prisa. Todos conocían bien al Príncipe de la Bebida. Cuando entraba en ese estado de ebriedad, cumplía con cualquier locura que se le cruzara por su descontrolada mente, si es que nadie lo detenía… Las personas en el lugar desaparecieron a una velocidad sorprendente, como si hubieran usado los Pasos Superpuestos. Pero Bai Yunfei, todo despistado y sin entender lo que ocurría, permaneció de pie en el mismo lugar. "¡Bien! ¡Váyanse todos! Al fin podré… ¡¿Eh?! ¡Todavía queda alguien! ¿Acaso no escuchaste lo que dije? Ahora vas a ver. ¡Me encargaré de darte una lección, bribón!" Con un rostro desencajado de la sorpresa, Bai Yunfei vio como Liu Shun saltó desde el segundo piso y cayó de una forma poco elegante… Pero al instante se incorporó torpemente y dijo: "¡No te atrevas a intentar escapar, chico! ¡Te haré pasear desnudo por toda la ciudad!" Yunfei no entendía en qué situación se había metido…
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