

¿Qué clase de situación es esta?
Las piedras primordiales consistían en piedras cristalizadas que contenían la energía elemental del cielo y la tierra. Después de muchos años albergando dicho poder, se dividían en tres grados: Bajo, Medio y Alto. Las que alcanzaban el grado Alto eran las más valiosas, consideradas como las ‘verdaderas’ piedras primordiales. Los cultivadores de alma podían absorber su energía para incrementar su fuerza. El valor de estas piedras oscilaban precios escandalosos. Incluso las de grado Bajo podían llegar a valer miles de monedas de oro.
Los cristales de alma, por otro lado, se referían al núcleo de las bestias de alma, y toda bestia de alma, incluso en la etapa Temprana del Primer Nivel, contenía dicho cristal en su cuerpo. Se podía decir que se trataba de un segundo corazón y esencia de cultivo, algo similar a una semilla de origen de alma. Los cristales también guardaban energía elemental del cielo y la tierra. Entre más poderosa fuera la bestia, su cristal sería más puro y rico.
No se sabe cuándo comenzó, pero los cultivadores de alma eventualmente empezaron a cazar bestias de alma para extirparles sus cristales e incrementar su fuerza. Posteriormente, ya existían cultivadores especializados en atrapar bestias y negociar con los cristales. Debido a esto, la relación entre las bestias de alma y los cultivadores fue volviéndose de mal en peor, concibiendo la aparición de la secta Domadores de Bestias en la actualidad. Las bestias de alma de mayor nivel se comportaban de manera altamente hostil hacia aquellos que se adentraban a sus territorios en el Bosque de las Bestias de Alma. Los cultivadores que se internaban en la espesura del bosque para encontrar a un compañero a menudo eran atacados y solo se hallaban los cuerpos sin vida de muy pocos.
El Bosque de las Bestias de Alma se había convertido en un lugar muy peligroso. Si no poseían un alto poder o suficientes aliados, ningún cultivador de alma de atrevía a entrar a ese lugar.
Las piedras primordiales y los cristales de alma funcionaban también como un tipo de moneda en el mundo de los cultivadores de alma. En un principio, Hong Yin le entregó varias piedras primordiales de fuego a Bai Yunfei, pero todas fueron usadas para que incrementara su Fuerza de Alma.
Bai Yunfei sacudió la cabeza ante la generosa invitación del dependiente, rechazándolo amablemente. Naturalmente no contaba con suficiente dinero para atreverse a gastar en esos valiosos artículos, y muchos menos estaba dispuesto a cambiar uno de sus objetos de alma por estos.
"Por lo que deduzco, mi Técnica de Fortalecimiento de Objetos está estrechamente relacionada con todos los objetos, abarcando sus grados y estadísticas. Los objetos con un poder de ataque inferior a los 100 puntos son elementos que puede fabricar la gente común, mientras que aquellos con un poder superior a 100 pero inferior a 200 están por encima de la media, siendo objetos de alma incompletos. Y los que tienen más de 200 de Ataque, son objetos de alma completos...", pensaba Yunfei.
Después adquirir diez dagas de grado Superior y resolver sus problemas monetarios, Bai Yunfei estaba bastante satisfecho, por lo que continuó paseando tranquilamente por las calles de la ciudad, oyendo rumores e historias que comentaba la gente. Se detuvo en una casa del té donde escuchó otros cuentos bastante extraños, aunque se preguntaba cuáles serían reales.
Pero esto le recordaba a Yunfei un detalle importante: él no sabía mucho del Imperio Alma Celestial. Lo poco que conocía se debía a pequeñas historias que le contaba su abuelo.
Así que decidió encontrar una librería y comprar materiales de lectura para estudiar un poco sobre el continente Alma Celestial.
Aunque estaba siempre alerta, Yunfei no se percató que desde el momento en que dobló en la siguiente esquina, un hombre alto, delgado, de mediana edad y con barba, lo había estado siguiendo sigilosamente. Aquel sujeto miraba a Bai Yunfei desde una distancia aproximada de doscientos pasos detrás de él, con una sonrisa malévola en sus labios, escondido entre la gente, pareciendo estar planeando algo.
"Después de buscar toda la mañana, finalmente lo encontré… Je, je. El siguiente paso es como hacer que él la encuentre a ella..."
Esta persona era, por supuesto, Jing Mingfeng, quien estuvo buscando a Bai Yunfei durante toda la mañana para darle el castigo que se merecía.
Bai Yunfei desconocía a ciencia cierta la forma en que Mingfeng ocultaba la esencia de su alma, por lo que este último no tuvo problemas en cambiar de apariencia y mezclarse con la multitud para no ser descubierto.
Después de seguir al joven durante otra hora, ya casi era mediodía, y Jing Mingfeng estaba pensando como reunir a sus dos víctimas, sin revelar su identidad, cuando se quedó sorprendido mirando en la dirección que tomaba Bai Yunfei. "Ay, nunca pensé que encontraría una manera de hacerlo, pero te diriges allí tú solito".
"Tal vez no tenga necesidad de ensuciarme las manos en absoluto…" Jing Mingfeng miró al final de la calle, murmurando para sí mismo.
Después de varios segundos se recompuso y le echó un vistazo a Bai Yunfei con una extraña sonrisa. "Je, je, ¿debo decir que soy demasiado afortunado? ¿O es que tú eres desafortunado? ¿O puede ser… que ustedes dos están destinados a encontrarse? Como sea, ¡de lo que estoy seguro es que esto será un gran espectáculo!"
A unos cien metros adelante, por la misma calle, caminaban la joven y la sirvienta con que Mingfeng había ‘jugado’ haciéndose pasar por Bai Yunfei la noche pasada. Pronto se encontrarían con el auténtico Bai Yunfei, y luego…
"¡Je, je. Para sentirme completamente seguro, voy a darles una prueba…"
Bai Yunfei le entregó al dueño de un pequeño puesto un puñado de monedas y recibió a cambio un pájaro de madera tallada del tamaño de una mano. Tras terminar su breve compra, se preparó para marcharse.
Apenas al dar dos pasos, vio una sombra justo frente a sus ojos al momento en que una persona golpeó contra su pecho, dándole la impresión que algo se deslizaba por su mano izquierda, pero antes de reaccionar a lo sucedido, aquella misteriosa persona ya había desaparecido entre la multitud.
"¿Por qué esto me resulta familiar y me da un mal… presentimiento?" Bai Yunfei quedó aturdido por un instante, pero de repente su rostro cambió y miró rápidamente sus manos.
El anillo interdimensional seguía estando en el mismo lugar, por lo que Yunfei dejó salir un suspiro de alivio antes de darse cuenta que sostenía algo en la mano izquierda.
"¿Ropa"? ¿Un pañuelo?" Permaneció varios segundos observando la pieza de tela color naranja, confundido. Antes de abrirla para detallar con claridad de que se trataba, oyó un estruendoso grito.
"¡Pervertido! ¡Cómo te atreves a aparecer!"
Mientras tanto, prácticamente a su lado, una hermosa joven de pelo largo y piel como la nieve lo miraba con un rostro de enfado, apretando inconscientemente los extremos de su falda con los puños.
Yunfei miró a la chica sin entender nada, sosteniendo el pequeño tallado del ave de madera en una mano y la ropa íntima de mujer en la otra.
Este, fue el primer encuentro entre ellos dos.
Bai Yunfei estaba atónito, mirando de un lado a otro, con toda la gente del sitio observándolo. Volvió su atención a la chica frente a él, lleno de confusión.
"¿Eh? ¿Qué clase de situación es esta?"
